NUESTRA HISTORIA
Sobre nosotros
UN POCO DE HISTORIA
Durante un tiempo alternó su labor en la fábrica con un taller propio denominado “RELOJERÍA HELVETIA”.
REGRESO AL ORÍGEN:
Con el paso del tiempo, la familia Gil al completo decidió volver a España, a sus orígenes, a Málaga. Hablamos del año 1973 y Adriano, a sus 42 años de edad, empezaba de cero, pero siempre como relojero. Consiguió establecer, no sin dificultades, un taller en calle Victoria en el que desarrolló su labor de técnico además de la de maestro, formando a varios profesionales de la zona. Pero su mejor aprendiz, como el mismo reconoce, fue su hijo Germán. Desde muy pequeño observó como su padre desmontaba y montaba todo tipo de máquinas y quedó impregnado de todo aquello, hasta tal punto, que, también con 14 años, como su padre, asumió la cuarta generación de relojeros en la familia.
EN CONTÍNUA EVOLUCIÓN:
Germán Gil ha asimilado y respetado la tradición al mismo tiempo que ha modernizado y actualizado su taller. Esta es la clave, lo que hace diferente a este establecimiento. Germán comprende el mecanismo y funcionamiento de máquinas que datan del siglo XVII en adelante, realizando con torno piezas descatalogadas de un modo totalmente artesanal. Por otro lado, ha evolucionado, actualizado y llevado el taller al máximo nivel tecnológico posible, realizando una fuerte inversión en maquinaria. Además, su formación en prestigiosas escuelas suizas es continua. Estos factores le han llevado a la obtención de certificaciones de las grandes firmas relojeras.